La unión hace la fuerza, el Liverpool ha conseguido volver a ser el mejor equipo del mundo desde los fundamentos que le hicieron grande en el pasado. Corren juntos, juegan a lo mismo y no hay jerarquías en el campo. Todos están al servicio del equipo, el esfuerzo físico es innegociable y todo ello a la velocidad que marca Jurgen Klopp. El técnico alemán ha renovado hasta 2024, un tiempo que podría considerarse excesivo – Jurgen estaría casi una década como líder “red” - pero no en Anfield ya que el Liverpool siempre ha respetado a sus entrenadores. No se destituyen técnicos, la media de es seis años de permanencia en el banquillo. Palabras mayores. 

Sin egos, tridente demoledor - con egos, crisis 

Se reparten el gol, la asistencia y la jugada. Mané, Salah y Firmino juegan para hacer mejor al compañero y no para satisfacer su ego o sus estadísticas. Simeone sufre cuando sus delanteros no se la pasan por el bien común, el Atleti no marca y el equipo no gana, un mal de miras que no sucede en un Liverpool que te ataca por derecha, izquierda, por el centro; todo ello a una velocidad que no deja tiempo de respuesta al rival. Los tres suman goles y asistencias, jugadas de calidad y abrazos que elevan al Liverpool al trono mundial. En el Atleti no se encuentran, un mal que tendrá que ser solventado para que los colchoneros puedan con los ogros de Liverpool. 

Mínimo, dos jugadores más 

El Atlético busca delantero goleador y lateral zurdo de garantías en defensa. Lodi se precipita en ataque, aunque tiene esa calidad ofensiva para mejorar su rendimiento, pero sufre en defensa. En el horizonte, Salah contra Lodi. Hermoso, central zurdo, no tiene el giro ni la elasticidad para defender en banda a un diablo como Salah. Simeone ha pedido un lateral y también un delantero ya que Diego Costa está lesionado, y piensa en irse, y Morata no tiene reemplazo. Todo recae en el joven João Félix. Más defensa y más gol, eso es lo que pide el Cholo para que el año no sea de transición.