Nedved apuesta por el tridente, el dirigente bianconero cree que con Cristiano, Dybala e Higuaín la Juventus es más fuerte. Sarri no lo ve como una opción, el técnico preocupado siempre por el equilibrio considera que para aplicar el “Sarri-ball”- así llamaban los seguidores del Chelsea al modelo de juego implantado por Sarri en el Bridge – son necesarios más centrocampistas que delanteros.
Cristiano y otro, Sarri no va más allá
Y también futbolistas capaces de sacrificarse en defensa. Cristiano e Higuaín no vuelve a defender y no son reactivos ante la pérdida del balón. Dybala no tiene motor para atacar y defender así que para mantenerlo fresco en ataque es obligatorio recortar su recorrido y desgaste defensivo. Bernardeschi, el cuarto elemento del tridente, tampoco destaca por su sacrificio sino más bien por una zurda de primerísimo nivel. Con Sarri, dupla. Con Nedved, tridente.
El año de la Juventus
En octavos, el Olympique Lyon. Un equipo que llegará sin Memphis Depay, su mejor jugador de ataque tras su grave lesión el pasado diciembre. Adiós a la temporada para Depay, un incordio menos para una Juventus que cuenta con una plantilla llena de experiencia, rendimiento y volumen de jugadores con etiqueta de titulares. Son uno de los candidatos a la Champions, un tapado ya que pocos hablan de esta Juventus cuando son mejores que los del curso pasado cuando, tras el fichaje de Cristiano Ronaldo, era siempre postulados como grandes favoritos junto con el Madrid y de Barça. Lo único seguro es que la Juventus, hasta enero, ha jugado sus mejores partidos contra los mejores rivales. Lo peor, contra los más flojos, señal de que se aburren. Ojo a la Juve de Cristiano.