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Veinticinco años de la primera de seis

De iz. a der., Albert Costa, Alex Corretja, Joan Balcells y Juan Carlos Ferrero, levantan la ensaladera, el trofeo de la Copa Davis, tras ganar por 3-1 al equipo de Australia en la final jugada en el Palau Sant Jordi de Barcelona. EFE/Andreu Dalmau.

09h58 CET

09/12/2025

Madrid, 9 dic (EFE).- Carlos Alcaraz aún no había nacido aquél 10 de diciembre del 2000, cuando en el Palau Sant Jordi de Barcelona, el cuarteto formado por Juan Carlos Ferrero, Albert Costa, Alex Corretja y Joan Balcells, con Javier Dudu Duarte como cabeza visible de la capitanía compartida con Juan Avendaño, Jordi Vilaró y Jose Perlas, integrantes del denominado entonces G4, alzó el primer título de la Copa Davis para España tras vencer en la final a Australia.

Rafael Nadal tenía 14 años entonces. Asentado como una de las mayores promesas del tenis, ejerció de abanderado del equipo español en aquella final con aquel título, el primero de los seis que ahora contempla el palmarés de la selección de España.

Cuatro años después de aquél 10 de diciembre, el ganador de veintidós títulos del Grand Slam conseguiría su primera Ensaladera como integrante del equipo nacional y la segunda para la Armada. El balear, el mejor deportista español de siempre, cerró su carrera hace un año, precisamente en la fase final de este torneo, en Málaga, con cinco de los seis títulos de la Davis bajo el brazo. Y en la primera, como portaestandarte.

Pero fue en el Sant Jordi, hace un cuarto de siglo, cuando empezó todo. Estuvo en puertas del éxito en dos ocasiones antes y siempre se estrelló ante Australia. Primero en 1965, en Sidney, con Manolo Santana, José Luis Arilla, Joan Gisbert y Juan Manuel Couder. Después, en 1967 en Brisbane, con Santana, Manuel Orantes, Arilla y Gisbert.

A la tercera fue la vencida para España que volvió a toparse con el conjunto australiano en la final. Pero esta vez en Barcelona, como local, sobre tierra batida. Aun así, el combinado oceánico, el más laureado en este evento junto a Estados Unidos, estaba compuesto por los mejores jugadores del mundo, como Lleyton Hewitt, Patrick Rafter, ganadores de torneos de Grand Slam, y Mark Woodforde y Sandon Stolle.

Tiempo atrás, los componentes de la Armada habían tocado fondo y estuvieron al borde del descenso, fuera del Grupo Mundial. Pero tras asegurar la permanencia en el enfrentamiento contra Nueva Zelanda, con un equipo B, un golpe de mano oportuno cambió el recorrido de España. Manolo Santana dejó de ser capitán y el G4, integrado por los cuatro técnicos de los principales jugadores, ocupó su lugar.

Todo cambió a partir de entonces. El panorama del equipo nacional y también el trayecto en el Grupo Mundial, con eliminatorias como anfitrión, con el recinto y la superficie a elección. Sobre arcilla, inició el recorrido en la primera ronda en Murcia, contra Italia y después, en abril, en Málaga, ante Rusia, con Marat Safin y Yevgeny Kafelnikov. España tenía un grupo consolidado. Especialmente con Corretja, Costa y Balcells. Después llegó Juan Carlos Ferrero.

España estaba en semifinales ante Estados Unidos. También como locales. En Santander. El conjunto del G4 ganó por la vía rápida. Los dos primeros individuales, con Costa y Corretja y después el dobles. España volvía a una final. Australia, otra vez, el último obstáculo.

Fue diferente esta vez. La Armada ejercía de local y con el suelo de tierra, su especialidad. Además con un conjunto sólido donde empezó a despuntar Juan Carlos Ferrero que fue la gran apuesta de aquel duelo decisivo. El G4 decidió y quitó de los individuales a Alex Corretja, fijo para esos duelos durante todo el recorrido. Duarte, su entrenador, le comunicó la decisión. Ferrero era el hombre elegido con Albert Costa para los singles. Corretja se quedó para el dobles con Balcells.

No fue aquella la única decisión adoptada por el grupo de capitanes que previamente, dejaron fuera de la convocatoria a Carlos Moyá, un fijo en el equipo, para calibrar el valor del dobles y mantener a Balcells, el gran especialista en esta modalidad. Todo salió a la perfección y el éxito dio la razón a la idea.

Australia se puso por delante cuando Hewitt ganó a Albert Costa en cinco sets, en un duelo dramático (3-6, 6-1, 2-6, 6-4 y 6-4) pero Ferrero superó a Patrick Rafter que no pudo completar el partido y abandonó la pista en plena remontada del joven español 6-7(4), 7-6(2), 6-2 y 3-1. Fue el principio del éxito.

La idea de los cuatro capitanes tenía un objetivo. El dobles. Punto clave. Y decidió la final. Balcells y Corretja ganaron a Sandon Stolle y Mark Woodforde por 6-4, 6-4 y 6-4 y pusieron a España a un partido de la final.

Fue Ferrero el que selló el primer triunfo español en la Copa Davis. Ganó el punto definitivo, en el cuarto duelo, a Lewitt por 6-2, 7-6(5), 4-6 y 6-4. España había hecho historia. Rompió el techo e inició un recorrido y un dominio absoluto en la irrupción del siglo XXI. Apareció Nadal, y el tenis español se universalizó y reinó.

Duarte dejó el cargo porque el G4 se convirtió en un dueto, con Perlas y Avendaño como responsables del equipo.

Tres años después, Australia se tomó la revancha y ganó la final a España en Melbourne, sobre hierba, con Ferrero, Moyá, Corretja y Feliciano López.

Pero la Armada conquistó tres en cinco años: en Sevilla 2004, frente a Estados Unidos, con Ferrero, Moyá, Nadal y Robredo; en 2008, en Mar del Plata, ante Argentina, la primera y única como visitante. Con David Ferrer, Fernando Verdasco, Feliciano López y Marcel Granollers. Nadal, que había contribuido en cada eliminatoria, se perdió la final por lesión. La cuarta fue otra vez en Barcelona, ante la República Checa, con Nadal, Verdasco, Ferrer y Feliciano y la siguiente en el 2011, en Sevilla contra Argentina, con Nadal, Ferrer, Feliciano, Verdasco y Granollers.

La racha se acabó un año después, en Praga, superado por la República Checa en la final que jugaron Ferrer, Nicolás Almagro, Marcel Granollers y Marc López (3-2). La última, ya con el nuevo formato, fue en Madrid, ante Canadá. Con Nadal, Roberto Bautista, Pablo Carreño, Granollers y Feliciano López.

2025, la undécima final

Veinticinco años después de la primera Copa Davis, seis más tarde de la última, la del 2019 en Madrid, España jugó por otra Ensaladera. Fue en Bolonia la fase final que acometió con David Ferrer como capitán y con un equipo de circunstancias. Carlos Alcaraz, que días antes había jugado las Finales ATP en Turín fue baja por lesión. Alejandro Davidovich no fue reclamado para el duelo.

Tras solventar la eliminatoria anterior, en septiembre, contra Dinamarca, en Marbella, la Armada se situó en la final entre ocho. Fue una remontada épica aquella porque el conjunto liderado por Holger Rune ganó los dos primeros partidos y se situó a un paso de las finales.

España sobrevivió en un fin de semana en el que esos héroes de Sant Jordi de hace un cuarto de siglo fueron homenajeados por la Federación. Ferrero, Corretja, Costa y Balcells saltarán a la pista tras el segundo partido junto el cuarteto de capitanes que los guio hacia el título, formado por Javier Duarte, Josep Perlas, Juan Bautista Avendaño y Jordi Vilaró para recordar ese momento histórico.

La selección capitaneada por David Ferrer dio la vuelta al duelo con Dinamarca y alcanzó la Fase final de Bolonia donde superó a la Republica Checa y Alemania. Perdió la final con el anfitrión y vigente campeón, Italia, que logró su segundo título seguido.

España acudió a por el título con Pablo Carreño, Pedro Martínez, Marcel Granollers y Jaume Munar.

Cuando la Armada logró, veinticinco años atrás, su primera Ensaladera, en Barcelona, Carreño tenía nueve años. Pedro Martínez y Jaume Munar solo tres. El más veterano Marcel Granollers, tenía catorce.

El capitán, David Ferrer, mientras, irrumpía en el circuito. A su dieciocho años, el que llegara a ser número tres del mundo, llevaba unos meses como profesional, fijado en el puesto 404 del ránking ATP y sin título alguno en ese momento. Después, disparó su historial y fue, tras Nadal, el mejor jugador español. Se proclamó campeón de la Copa Davis en el 2008, 2009 y 2011. Ahora se quedó en puertas de ganar el torneo también como capitán.

Los artífices de la primera Davis en la actualidad

Veinticinco años después de aquél histórico triunfo, de cambiar la historia de España en el mundo del tenis y abrir la senda del éxito en la competición por equipos más importante, los cuatro protagonistas sobre el polvo de ladrillo de la pista erigida en el Palau Sant Jordi siguen, de una u otra manera, vinculados al tenis. Continuaron sus respectivas carreras y se consolidaron como parte de la historia del tenis. Colgaron la raqueta y siguieron con sus vidas.

Juan Carlos Ferrero, el héroe de aquella final, llegó a ser número uno del mundo en el 2003 y a conquistar, entre otras muchas cosas, Roland Garros en el 2003 y disputó otras dos finales de Grand Slam, también en París y otra en el Abierto de Estados Unidos. Sin embargo, ahora gran parte de su tiempo lo ocupa Carlos Alcaraz. El valenciano es el mentor del número uno del mundo. Creó su propia escuela, la Juan Carlos Ferrero Equelite en Villena.

Alex Corretja se ha convertido en una de las voces y los rostros populares de la comunicación. Llegó a ser capitán de Copa Davis tras dejar atrás una carrera en la que llegó a jugar una final de Roland Garros, que perdió. Sin embargo, es uno de los dos únicos españoles que ha logrado hacerse con el título de Maestro, ganador de las Finales ATP junto a Manolo Orantes. Después se erigió en uno de los más reputados comentaristas además de analista en los Grand Slams.

Albert Costa dejó su carrera con un gran evento bajo el brazo. Fue campeón de Roland Garros en el 2002 al ganar en la final a Juan Carlos Ferrero. Además, ganó la Copa Davis como capitán otras dos veces más, en 2009 y 2011. Después pasó a los despachos como director del torneo de Barcelona, o director deportivo de la Federación Española de Tenis. Igualmente, fue el responsable de las Finales de la Copa Davis. El actual director de tenis de la Academia TEC Carles Ferrer Salat, fue también técnico de jugadores como Feliciano López o la colombiana María Camila Osorio.

Y Joan Balcells colgó la raqueta cuatro años después de la conquista de la Copa Davis lastrado por las secuelas de una lesión que sufrió dos antes. Más adelante trabajó como entrenador en la Academia Sánchez Casal y actualmente dirige la Academia WeTennis Bcn de Badalona.

Santiago Aparicio

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