La charla con Grealish al finalizar el partido contra el Arsenal no sentó nada bien en el vestuario. El técnico fue directo a por el talento inglés mostrando que no había interpretado bien su rol con un rendimiento no diferencial tras entrar en el terreno de juego en el minuto sesenta sustituyendo a Mateo Kovacic. La Premier está complicada; de momento, Arsenal y Liverpool van por delante, aunque si algo tiene el fútbol inglés es que cada partido es una guerra y un machaque físico. 

Queda liga, pero está la Champions contra el Real Madrid. Guardiola se queja del calendario – táctica propia de José Mourinho – y del descanso que tendrá el Real Madrid. Los blancos contarán con nueve días para preparar el partido de ida contra los de Manchester. Vinicius, que no jugó por sanción contra el Athletic, más todavía. 

El City ha tenido mucho menos. Tras empatar con el Arsenal, partido de Premier contra el Aston Villa entre semana y el sábado, partido de FA Cup, contra el Coventry. Guardiola se queja del descanso del Madrid, de la ausencia de partido para el PSG entre partido de cuartos de final en Champions o del hábito del fútbol portugués de que los equipos Champions tiren del viernes para sus partidos en las rondas finales de la competición de las competiciones. Nunca es bueno ponerse la venda antes de la herida, no deja de ser un anuncio de tormenta.