12h29 CEST
11/04/2024
En silencio, dejando que el tiempo pasase y la oportunidad volviese a surgir, con una negociación donde poco o nada se filtraba. Desde el Madrid se negaba el interés, se vendía una distancia con el jugador y su entorno que no existía en realidad; en el otro lado, mucho frío. Mbappè no lanzó, sigue sin hacerlo, un solo guiño. Pura estrategia
El año pasado no hubo opción. Se habló de su fichaje en verano pero lo único que estaba en juego era la finalización de contrato en 2024 ya que la premisa del Real Madrid era no negociar, y con ello no pagar traspaso, con el PSG. Relaciones rotas. Por Mbappè y por la Superliga; de hecho, el pacto de no agresión forma parte de la fricción y es que los blancos no quieren saber absolutamente de jugadores con contrato con los parisinos.
Un fichaje del presidente. Él era quien hablaba y habla con el número uno mundial. Las gestiones, personales. En el club poco o nada se sabía, el secreto era tal que sólo dos personas dentro del club sabían cómo era el día a día. Finalmente, en la segunda semana de febrero, todo cerrado. Y tras eso, Luis Enrique un mes y medio después diciendo que Mbappè podría ser convencido en caso de títulos. El técnico no se ha enterado. Mbappè sigue jugando su estrategia de manera impecable.