Quiere ser el mejor y, para ello, sigue una disciplina similar a la del que fue su ídolo. Mbappè como Cristiano, nada mejor que ver al portugués anotar tres goles en menos de media hora el otro día con 39 años para saber que ese es el camino para la gloria. Ninguno como el portugués, y Mbappè, tras su fichaje por el Madrid, quiere ser tan demoledor e imparable como lo fue Cristiano para los blancos. 

Entrenamiento específico de potencia y velocidad. En lo muscular, trabajo preventivo y preparatorio antes de las sesiones de entrenamiento para evitar lesiones. Kylian quiere seguir marcando diferencias desde lo condicional y por ello tiene una rutina de ocho horas de sueño para asegurar que el cuerpo se recupere de un plan de entrenamiento y de partidos donde la explosividad marca el camino del francés. 

Prohibido consumir azúcar. Su dieta es tan estricta como su plan de entrenamiento. Así que al azúcar se suma la carne roja, los procesados y las bebidas con gas. Nutrición, entrenamiento y descanso. A eso se suma la recuperación tras los partidos y los esfuerzos máximos. El francés utiliza la crioterapia y el barro para recuperar su musculatura y evitar las lesiones que tanto condicionan el rendimiento de un velocista.